domingo, 11 de septiembre de 2016

Los Solteros no nos entienden...




La soltería... oh, la soltería, es como recordar el Edén, con cierto dejo de nostalgia y anhelos de libertad en la mayoría de los casos, dejarla, es cruzar un umbral hacia la dimensión desconocida, la vida gira 360°, especialmente cuando se tienen hijos, y no me malentiendan, pero la verdad, es que cuando uno cruza ese umbral, nuestros amigos solteros quedan en calidad de alienígenas para discutir sobre ciertos problemas.

Hay gente que se casa, tiene bebés y sigue yéndose de antro en cuanto agarra fuerzas para soportar las desveladas dobles, o mejor aún, tienen dinero suficiente para pagar una nana o suficiente descaro para dejar la maleta llena de biberones con la abuela.

Sn embargo, la gran mayoría, caemos en una dimensión en la que pasa uno del glamour al cabello semirecogido, el olor a leche cortada, las manchas en la ropa de cualquier papilla vegetal y perfume con olor a gel antibacterial o toalitas húmedas durante varios años, sin mencionar que salir se convierte practicamente en una excursion de campismo por la cantidad de chunches, maletas y artefactos con ruedas, (digase carreola, cochecito, etc.) con las que uno tiene que cargar aparte del chamaco(s) nada mas para ir al parque o hacer las compras en el súper.

Esas mamás que están todo el día glamorosas, inmaculadas, entaconadas y sin mancha alguna me dan muy mala espina, seguramente tienen una nana escondida o una chacha súper eficiente, si uno se mete a la cocina o la chacheada de una manera u otra no anda como muñequita de aparador, y esa es una de las cosas que a veces se extrañan de la soltería, generalmente tus amigos ven fotos de antaño y se preguntan que te pasó.

Y ni que hablar de cuando le cuentas tus problemas a tus amigos solteros; simplemente no comprenden porque te has vuelto un esclavo de los horarios y te has vuelto tan pero tan aburrido, (en algún momento tú misma te sorprendes de estar hablando de temas por demás comunes) y por más que les expliques, he llegado a la conclusión de que en definitiva no nos entienden. :/

Tienes una gripa de perros, es viernes de consejo técnico, estas sirviendo desayunos y suena tu teléfono: te llama tu amiga soltera, te pregunta como estás y cuando enmedio de los mocos articulas un "tengo gripa" te dice, - ah que bueno (?) oye necesito un favor, me urge ahorita que me mandes unos archivos... (y entonces tú en tu cabeza te preguntas, en qué momento vas a poder acceder a tu máquina en los próximos minutos, si tienes un clan hambriento que no piensa levantarse hasta que termine de alimentarse, mientras lo único que quieres es regresar a la cama pero sabes que no es posible) y además de que le has explicado (pero parece que no comprende que el asunto es más complicado de lo que parece) te marca varias veces para checar porque carambas no les has mandado el archivo en calidad de ya...

Me gustaría explicarles, gente soltera y sin hijos, que uno tiene que acomodar su día como si jugara con una torre de cubos a ritmo de vals, desde que amanece hasta que anochece, y si el día es saturado nos pinta mas complicado: 1-2-3, pones desayunos, 1-2-3, haces los peinados, 1-2-3, corres a las escuela, asi, tal cual, a veces uno ya hasta tiene su contoneo propio, solo basta que se te haga 5 minutos tarde o que recibas una llamada inesperada, para que tu delicada torre se tambalee o de plano se comience a caer, mientras uno trata desesperadamente de ir cumpliendo con el trabajo del día, que no se queme la comida y que las criaturas cumplan con sus deberes vespertinos y de salud sin perder el paso y sin derecho a cansarse, porque, no hay quien entre al quite.

Acomodar una hora extra en el horario puede compararse a acomodar una cirugia en el tablero de un hospital, hay que mover mucho y revalorar; acabo de terminar un acomodo de 2 horas durante 40 días de una actividad que ya traia muy pendiente y no tienen idea lo estresante que fue, cambiar la lavada de ropa o alternar la preparacion de la comida, ya ni se diga ponerse a escribir esto, o sacar trabajo no hogareño, el nivel de estres me subió tanto, que cuando otra amiga soltera me cuestionó el porque de tanto drama casi me suelto a llorar del coraje, los ultimos días realmente anhelaba poder desconectarme del mundo siquiera 10 minutos para recargar la batería.

y así, de hablar sobre salidas, películas, libros, nuestras pasiones, hobbies, o como nos va en el amor cuando somos solter@s, nos vemos de momento intercabiando recetas caseras para el sarampión, poniéndonos de acuerdo con nuestras amigas para desayunar, recalcando que es indispensable llevar carreola, apasionándonos en una discusión sobre qué pediatra es mejor o algún tip para que los retoños sufran menos en la dentición, una caída o un mal día en la escuela, sobre la última desvelada o los problemas con el cónyuge o la suegra, en definitiva no pinta prometedor, pero uno llega a ese lugar común aunque no quiera.

Las horas de sueño se vuelven mas preciadas que el oro, uno ya no quiere salir hasta altas horas de la noche, uno sueña con ver una película no animada en santa paz metido en la cama y sin interrupciones, porque, la última vez que un grupo de mamás nos dimos valor para ir al estreno de una película, tardamos 3 días en recuperarnos de la desvelada, en definitiva, el cuerpo se desgasta mucho más.

Sé que suena terrorífico este estatus amig@s solter@s, pero probablemente la mayoría de ustedes llegarán a caer por aquí, y en dado caso que la brinquen, lo único que les pido es que tengan compasión de nosotros, aunque sea finjan que nos entienden un poquito, nosotros hemos cruzado una línea que nos ha convertido en la versión aburrida de un futuro que seguramente piensan que no pisarán; pero uno nunca sabe...

Nos estamos leyendo ;)